Recuerde que todos somos diferentes y únicos. Muestra empatía al amigo con autismo siendo amable y respetuoso con sus diferencias.
Use una comunicación simple y directa. Habla despacio, mira a tu amigo a los ojos y usa palabras claras. Esto ayuda a que la comunicación sea más comprensible.
Si tiene dificultades para comunicarse verbalmente, intente usar imágenes, gestos o dibujos simples para ayudarlo a comprender.
Algunas personas con autismo pueden ser sensibles al tacto o la proximidad. Respete su espacio personal y pregúntele si se siente cómodo antes de abrazarlo o tocarlo.
A veces les puede llevar más tiempo responder o entablar una conversación. Ten paciencia y dales el tiempo que necesitan.
Algunas personas con autismo pueden ser sensibles al tacto o la proximidad. Respete su espacio personal y pregúntele si se siente cómodo antes de abrazarlo o tocarlo.
Sea inclusivo cuando juegue. Invítelos a participar en juegos, actividades y grupos, siempre respetando sus preferencias.
Si no entiende algo, no tenga miedo de hacer preguntas educadas para averiguar cómo ayudar o interactuar mejor.
A algunas personas con autismo les gusta apegarse a rutinas consistentes. Si sabes que tu amigo sigue una rutina específica, trata de adaptarte a ella cuando sea posible.
Recuerde que la diversidad es asombrosa y que todos tienen habilidades únicas. Fomentar un ambiente de aceptación y amistad donde todos sean valorados por quienes son.